No hemos llegado a un acuerdo con el Real Madrid. Carreras juega el Mundial de Clubes con nosotros y es jugador del Benfica”, explicó Rui Costa, presidente del Benfica, días antes del debut portugués en el Hard Rock Stadium frente a Boca Juniors. Ante esta tesitura, al lateral español no le quedó otra que saltar al césped para cumplir, como ha hecho siempre, con su trabajo. Benfica es su equipo y, aunque nunca ha escondido su deseo de volver al Real Madrid, responderá hasta el último día que vista la camiseta de las águilas. Ahora, Álvaro tendrá que aguantar en las redes a los que esperaban este momento con ganas. Un juicio inmediato de algún madridista impaciente… y del otro sector que disfruta con las desdichas blancas.
Un testarazo de Otamendi colocó el 2-2 final en el marcador.
¡Olé!
Boca, mi buen amigo
“Boca, mi buen amigo. Esta campaña volveremo’ a estar contigo. Te alentaremo’ de corazón. Esta es tu hinchada que te quiere ver campeón“, fue uno de los muchos cánticos que cantó una hinchada que se adueñó por completo del Hard Rock Stadium. Es tan fácil explicar la superioridad de la afición argentina que por momentos llegó a pensar que la Bombonera siempre había estado en Miami. “No importa en qué cancha juguemos, a Boca Juniors lo sigo a donde va”, fue otra de las canciones más repetidas… y cuanta razón tiene.
El apunte
A Carreras le toca transformar el ruido en motivación
Porque cuando hay una mal partido, siempre se buscan culpables. Y en el fútbol moderno, el primero en la fila suele ser el joven con más futuro, el que todos estaban mirando. Benfica empató de milagro contra Boca en la Bombonera de Miami, y los focos apuntarán a Álvaro Carreras. Lo juzgarán por 90 minutos, sin recordar todo lo que lo trajo hasta aquí. Olvidarán que tiene solo 22 años, que no ha dejado de crecer… y que se encuentra en ese punto difícil donde la madurez aún se está forjando. Así es el fútbol, cruel con los que empiezan e impaciente con los que tienen más por dar que por demostrar.
Una primera mala parte del conjunto portugués provocó que ‘X’ sacase a relucir su versión más despiadada. Simplemente poniendo ‘Carreras’ en el buscador, los comentarios desmesurados e incomprensibles se agolparon en la feed (“Si esto es el nivel de Carreras…asusta al miedo, por ser cauto” o “No se ha podido ir ni una sola vez de Advíncula” son algunos ejemplos) para el disfrute de los que esperaban en la sombra este momento. El lateral fue de menos a más, pero el juicio ya se había realizado. Así funciona esto. Sin embargo, Carreras no ha dejado de ser ese jugador por el que el Madrid tiene pensado pagar 50 millones por una noche difícil. Sigue siendo el mismo que deslumbró esta temporada con luz propia, el mismo que desborda talento y mucha hambre.
Qué dolor
La entrada criminal de Figal… a Florentino
Entrada de Figal sobre Florentino
El central regresó a la titularidad seis meses después y acabó expulsado en el 88′ tras una entrada criminal sobre Florentino Luis. Llegó tarde, muy tarde… y le clavó los tacos casi a la altura de la rodilla al futbolista portugués, que vio su carrera pasar en blanco y negro. El árbitro no lo dudó ni un solo segundo, Jorge Figal se fue a la caseta antes de tiempo y Florentino tuvo que pedir el cambio. Veremos en qué queda esa entrada criminal.
Lo que más le podía doler a Boca
Otamendi celebra el 2-2 en el Hard Rock Stadium
Al principio costó entender porqué la afición de Boca pitó a Otamendi desde el principio. Es argentino, no jugo en River (creció en las inferiores de Velez) y hace no mucho conquistó la Copa del Mundo junto a Messi. Resultaba extraño, pero la respuesta tardaría poco en saltar a la palestra tras preguntar a los bosteros: “Es una gallina”, lanzaron al segundo sobre el villano perfecto. Criado en el sentimiento a River e hincha del Millonario, el rival eterno que fue silbado antes y durante el encuentro, mandó callar a todo el estadio tras colarse en la fiesta de la Bombonera de Miami con un gol en el 84′ que ponía el empate en el marcador. Y tras el gol, silencio sepulcral por parte de los 40.000 aficionados de Boca de los 55.574 del total iluminan la grada.